Consagración al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María

Consagración al Sagrado Corazón de Jesús

Santa Margarita, María Alacoque

Yo me Consagro, al Sagrado corazón de Nuestro Señor Jesucristo mi persona, mi vida, mis acciones, penas y sufrimientos, y no quiero servirme de ninguna parte de mi ser sino para amarle, honrarle y glorificarle. Ésta es mi voluntad irrevocable, pertenecerle en lo absoluto y hacerlo todo por su amor, renunciando de corazón a cuanto pueda desagradarle.

Te elijo, ¡O Sagrado Corazón de Jesús! por el único objeto de mi amor, el protector de mi vida, el áncora de mi salvación, el remedio de mi fragilidad e inconstancia, para que sea el separador de todos mis defectos y mi seguro asilo en la hora de mi muerte.

Sé, pues, ¡oh bondadosísimo Corazón!, mi justificación con Dios Padre. Aparta de mi el rigor de su justa indignación, ¡Oh Corazón amoroso! En tí unidamente espero y confío; por lo que todo lo temo de mi debilidad y malicia, mas todo lo espero de tu misericordia.

Aleja pues de mí cuanto se te resista y te desagrade y haz que tu purísimo amor se imprima tan profundamente en mi corazón que jamás pueda olvidarte ni separarme de Ti. Te suplico por tu bondad, escribas mi nombre en Ti mismo, puesto que mi dicha y mi gloria quiero cifrarla en vivir y morir como esclava(o) tuya(o). Amén.

Consagración al Inmaculado Corazón de María

Virgen María, Madre de Dios y Madre Nuestra, a tu Corazón Inmaculado nos consagramos, en acto de entrega total al Señor.

Por ti seremos llevados al Padre. Caminaremos a la luz de la fe, y haremos todo para que el mundo. Bajo la maternal protección de tu Corazón Inmaculado, seremos un solo pueblo de Cristo.

Seremos testimonio de su Resurrección. Por Él seremos llevados al Padre, para la Gloria de la Santísima Trinidad, a quien adoramos, alabamos y bendecimos. Amén. (Obispo de Fátima)

Oh Jesús mío, perdóna nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, especificamente las más necesitadas de tu misericordia. Amén. (Oración revelada a los Niños Videntes de Fátima)

Oración a San Miguel Arcángel

San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha, se nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio.

Que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde súplica, y tú Principe de la Milicia Celestial, con la fuerza y el poder que Dios te ha conferido, arroja al infierno a Satanás y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas. Amén.